Resumen y final del episodio 4 de ‘Class Act’ explicados: ¿Cómo hizo Tapie las paces con sus trabajadores?

Anteriormente, en el episodio 3 de Class Act, Bernard Tapie tuvo un inmenso éxito con la fábrica Diguet-Deny. Tapie consideró brevemente una empresa de matadero, pero cambió su enfoque a comprar una empresa de baterías llamada Wonder. A pesar de los desafíos financieros, Tapie intentó comprar Wonder, pero enfrentó la competencia de la amiga de su esposa, Alexis. Tapie ideó un plan inteligente y obtuvo el control de Wonder. Sin embargo, encontró a Wonder endeudado y se vio obligado a elegir entre salvar a sus trabajadores en Diguet-Deny y asegurar el éxito de Wonder.

Spoilers por delante

¿Por qué lucharon los trabajadores de Wonder Strike?

En el episodio 4 de Class Act, las cosas dieron un giro intenso cuando se organizó una huelga masiva en la fábrica Wonder, encabezada por la representante sindical, la Sra. Leduc, para luchar contra el despido. Frustrados y desesperados, los trabajadores querían confrontar a Tapie por sus promesas incumplidas. Sin embargo, para su decepción, Tapie no apareció por ningún lado. En cambio, tuvieron que lidiar con Nicole, quien aparentemente quedó a cargo. En una medida audaz, Leduc ordenó a todos los trabajadores que abandonaran la fábrica, deteniendo efectivamente la producción.

Mientras tanto, Tapie estaba en algún lugar disfrutando de un momento agradable con su familia, mostrando con orgullo su riqueza comprando un cuadro de Picasso. Parecía que Tapie había desviado su atención de sus proyectos comerciales de larga data y estaba probando suerte en una carrera musical y en programas de televisión mientras sus empleados simplemente estaban en la estacada. Tapie parecía haberse embarcado en una nueva empresa: su propio programa de televisión, donde hacía alarde de sus cuestionables habilidades para el canto con letras dignas de vergüenza. Para darle vida a las cosas, incluso contrató a bailarines del Lido para darle un valor de entretenimiento adicional. Sorprendentemente, su base de seguidores comenzó a aumentar, lo que provocó que la envidia se agitara en la mente de Dominique. Los fanáticos hicieron todo lo posible, enviándole cartas con su ropa interior, etcétera. Sin embargo, a medida que crecía la fama de Tapie, la distancia entre él y Dominique se amplió. A veces, sus palabras irreflexivas herían sus sentimientos.

En medio del caos, los padres de Tapie la visitaron durante un ensayo. Pero cuando Tapie comenzó a cantar, su padre no pudo ocultar su desdén, ya que nunca había sido un fanático de las habilidades para el canto de su hijo y encontró que su nuevo esfuerzo no era más que una tontería. En un ataque de ira, Tapie le pidió a su padre que abandonara el set para poder concentrarse en cantar. Sin embargo, justo cuando las tensiones aumentaban, cayó una bomba que sorprendió a todos en el set. Fueron los trabajadores de Wonder Factory quienes rodearon el set, causando una gran conmoción. A pesar de que su padre instó a encontrar una solución, Tapie presionó a Nicole para que se ocupara del asunto. Incluso Nicole luchó por sofocar la ira de los trabajadores, que exigían seguridad laboral y salarios justos. El padre de Tapie, Jean, que juzgaba a su hijo por evitar a los trabajadores y no escuchar sus demandas, le gritó, llamándolo payaso. Esto provocó que Tapie desatara su furia contra su padre. Mientras gritaba, resultó en una pérdida temporal de su voz. El médico le dio un tratamiento rápido y le pidió que no hablara hasta el espectáculo.

Finalmente, a petición de la madre de Tapie, Jean fue a hablar con su hijo y disculparse por su comportamiento pasado. A pesar de las prohibiciones, Tapie habló con su padre y le expresó su pesar por haber arruinado la vida de sus trabajadores. Expresó su preocupación por Wonder y su incapacidad para cumplir su promesa. Jean se dio cuenta de que en esta terrible situación, Tapie necesitaba a su padre, por lo que decidió apoyarlo. Mientras tanto, atrapado en esta situación, Tapie pidió la ayuda de Dominique. Inicialmente, no quería ayudar a Tapie ni perdonarlo por la forma en que se comportaba con ella, pero al darse cuenta de la gravedad de la situación, decidió salvar el programa. Al mismo tiempo, Jean fue en contra del consejo de Nicole y habló con los trabajadores, relatándolos sobre sus luchas y con el objetivo de encontrar una solución. Mientras tanto, conocimos el programa de Tapie, que no era un reality show más sino que tenía como objetivo darle una oportunidad a personas con ideas emprendedoras, como un hombre que inventó una silla de ruedas eléctrica. Durante un ensayo, Tapie se sintió amenazado cuando escuchó que su padre estaba con los trabajadores, por lo que tuvo que confrontarlos y hacer las paces con ellos. Tapie, Jean y el líder sindical Leduc tuvieron una discusión crucial dentro de un tráiler, mientras Dominique manejó de manera impresionante el ensayo del programa y se ganó los elogios del equipo.

¿Cómo hizo Tapie las paces con sus trabajadores?

Dentro del tráiler, Tapie tuvo una dura conversación con el líder de la huelga laboral, Leduc. Trató de explicar que estaban implementando un plan de despidos, que era para hacer que su negocio fuera más rentable, ya que no quería desprenderse de su única joya de la corona, Wonder Baterías. Sin embargo, Leduc se centró en una preocupación más inmediata: sus compañeros de trabajo necesitaban recibir sus salarios a tiempo y se encontraban en circunstancias extremas, luchando para llegar a fin de mes. Incluso empatizó con la cuestión de cómo algunos de estos trabajadores enfrentaban amenazas de las autoridades y recibían disparos en la calle.

Jean, que había sido trabajador en el pasado, entendió que Tapie no tenía malas intenciones, pero realmente necesitaba hacer algo por la clase trabajadora. Le explicó a Leduc que, si bien Tapie pudo haber tomado una decisión impulsiva, no era una persona egoísta. En su programa le estaba dando la oportunidad al hijo de un trabajador de lanzar su negocio. Pero a Leduc no le interesaba la simpatía; ella quería acción. En lugar de conversaciones políticas y promesas vacías, quería una solución real de parte de Tapie. Para apaciguar el calor, Tapie dio un paso importante y prometió depositar personalmente un millón de francos en la cuenta de cada trabajador. Leduc se alegró y abandonó el tráiler, ordenando a los manifestantes que se fueran a casa y no interrumpieran más el espectáculo. Esta medida demostró que Tapie estaba dispuesto a tomar medidas concretas para apoyar a sus trabajadores, pero ¿Tapie cumpliría su promesa o era simplemente otro compromiso vacío?

Tapie regresó al set con un nuevo plan. Decidió saltarse los cantos y los bailarines del Lido y, en cambio, decidió iniciar el espectáculo con un discurso inspirador. A medida que se desarrollaba el espectáculo, Tapie rindió un sentido homenaje a su país, Francia, elogiando su rica cultura, historia y logros científicos. Al público le encantó e incluso el presidente François Mitterrand escuchó y apreció la personalidad carismática de Tapie. Parecía que el comienzo de la carrera política de Tapie podría estar a la vuelta de la esquina, y su programa ganó popularidad y reconocimiento, lo que marcó un importante punto de inflexión en su viaje.

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